No importa de qué tipo de desarmonía estemos hablando, no importa de qué enfermedad se trate y no importa si el problema es principalmente físico o mental, siempre hay alguna clase de tensión física. Lo habitual es considerar la tensión un producto de la enfermedad, excepto cuando se piensa que ciertos tipos de estrés hayan contribuido a esa enfermedad, pero vamos a juguetear con otra idea. ¿Qué pasaría si la tensión no fuese una consecuencia de la enfermedad, sino la causa?
Sigue leyendo
-
Entradas recientes
Blogroll
Otras entradas
Etiquetas
Archivos








