Lie-Tse

Lie Tse Lie TseEl Cielo y la Tierra están siempre cambiando. Sin embargo, como estos cambios son tan lentos pensamos equivocadamente que no se producen. Cuando algo se eleva, otra cosa cae. Cuando algo crece, otra cosa se deteriora. Cuando algo desaparece, otra cosa surge. Éste es el equilibrio de las cosas. Si solamente hubiera crecimiento y no deterioro, todo el mundo estaría superpoblado, bien de personas, de animales o de vegetación. Si solamente hubiera deterioro y no crecimiento, la vida desaparecería. Para que el mundo continúe debe haber un equilibrio entre crecimiento y deterioro. Si interferimos con el orden natural de las cosas intentando controlar el crecimiento y el deterioro, el equilibrio del universo se perdería. Sólo cuando se dejan las cosas a su curso natural puede mantenerse el equilibrio.

Los vapores del cielo y de la tierra no se unen de una sola vez. Montañas, mares, valles y ríos no se crean ni se destruyen en un solo día. Los cambios del cielo y de la tierra ocurren todo el tiempo. Pero como los cambios son tan graduales, el tiempo entre el llegar y el partir de las cosas es frecuentemente imperceptible para nosotros.

La apariencia de una persona también cambia todo el tiempo. Desde la niñez a la muerte, el color del pelo, los rasgos faciales, la textura de la piel e incluso la inteligencia están siempre cambiando. Hay que repetir de nuevo que, como los cambios son tan graduales, no somos conscientes de que están ocurriendo. Sólo vemos los resultados del cambio una vez que se han producido y, a continuación, inferimos que los cambios tienen que haber ocurrido.

Lie-Tse.
Una guía taoísta sobre el arte de vivir.
Eva Wong.
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