Dan-Tien: Tu centro secreto de energía

Dan Tien Dan Tien: Tu centro secreto de energíaSegún los antiguos textos chinos, el secreto de la longevidad, de la felicidad y del éxito reside en el Dan-Tien, que es la fuente de la vitalidad y de la alegría. Todos tenemos esta fuente en nuestro interior, pero raras veces tomamos conciencia de ella. Todos tenemos una brújula interna que nos guía hacia la buena vida y nos mantiene en armonía con el cosmos. Cuando prestamos atención a sus señales sutiles podemos esperar una vida rica y plena, bendecida por relaciones amorosas.

Esta brújula interna es tan simple que hasta el más tonto puede leerla y comprender sus indicaciones; por eso tendemos a no hacerle caso. A la mayoría se nos ha enseñado a ignorarla y a confiar en teorías complejas, en reglas artificiales o en sistemas de creencias. El concepto Dan-Tien nos recuerda que todas las grandes verdades son simples y se pueden practicar sencillamente en la vida cotidiana.

Los orientales han sabido durante miles de años que el núcleo de nuestra vitalidad y sabiduría inconsciente reside en nuestro mismo centro. En esta zona del vientre podemos sentir espontáneamente si estamos o no estamos sintonizados con la vida en un momento dado. Cuando pensamos o hacemos algo que está en desacuerdo con nuestros sentimientos más profundos, inmediatamente percibimos una sensación desagradable en nuestro centro, en el Dan-Tien. Esta señal nos avisa que nuestro modo de pensar o actuar en ese momento no está del todo bien. Si no escuchamos la señal, ésta se repetirá con más fuerza y puede llegar a producirnos un “nudo” en el estómago. Si ignoramos el mensaje sistemáticamente podemos llegar a padecer una úlcera u otros problemas psicosomáticos.

Pero si pensamos y actuamos en armonía con el Dan-Tien, notaremos sensaciones agradables en el vientre. Con el tiempo podemos aprender a cultivar este estado para que se convierta en un hábito placentero. De este modo, cuerpo y mente pueden funcionar óptimamente evitando tensiones innecesarias.

Existe una razón más profunda por la que el Dan-Tien nos hace felices y colabora con nuestro éxito: es el centro que nos conecta con la fuerza de la vida cósmica. Cuando escuchamos las señales de nuestro centro y actuamos de acuerdo con ellas, nos armonizamos con esa fuerza primordial a la que denominamos divina. Sólo podemos encontrar la verdadera felicidad cuando vivimos acompasados con nuestro ser divino.

El Dan-Tien no nos propone sistemas filosóficos, preceptos morales, análisis psicológicos o explicaciones intelectuales. Más bien, lo que sentimos y recibimos en el Dan-Tien son impulsos que nos ayudan momento a momento. Los impulsos que sentimos en nuestro núcleo nos guían del mismo modo que nosotros podemos guiar al niño que busca un huevo de pascua diciéndole “frío” o “caliente”. Y una cosa es segura: podemos confiar en ellos.

A través del Dan-Tien apreciamos y disfrutamos del “aquí y ahora”. Cuando podemos ser felices en el aquí y ahora, cuando podemos disfrutar del minuto siguiente y también del siguiente, acabamos prolongando nuestro disfrute durante todo el día. Cuando seguimos haciéndolo a lo largo de semanas y meses, disfrutamos de millones de minutos felices a lo largo de los años. Es así de simple.

Evidentemente, habrá momentos en los que notaremos que algo va mal. Entonces nos sentiremos infelices hasta que recordemos nuestra brújula y sigamos sus mensajes. Habitualmente nos habremos perdido en cadenas de pensamiento inútiles y sin sentido, o quizá estemos haciendo algo que no encaja con la necesidad del momento. En vez de vivir en el aquí y ahora estamos preocupados por el pasado o el futuro. En lugar de barrer delante de nuestra puerta nos ocupamos de los problemas de los demás.

Pero en cuanto nos damos cuenta de que estamos siguiendo el camino equivocado, podemos cambiar el curso y recuperar nuestra buena sensación, muchas veces es cuestión de minutos o segundos. Nuestra mayor fuente de felicidad es la sensación de estar en la senda adecuada, aquí y ahora. También nos sentimos bien cuando alcanzamos un objetivo que nos habíamos propuesto, aunque esto no es algo que ocurra todos los días.

Nuesto Dan-Tien nos proporciona un sistema probado que se ha ido refinando a lo largo de los años. Nos conecta directamente con el gran ordenador cósmico. Ningún sistema de construcción humana puede compararse con su autenticidad y perfección.

La idea de que los impulsos divinos puedan transmitirse a través de un centro nervioso de nuestro cuerpo no coincide con nuestros conceptos occidentales. Se nos ha enseñado que lo divino sólo puede venir desde arriba, a través de la cabeza, del alma, de la conciencia. Se nos ha enseñado a no confiar en nuestras “sensaciones viscerales” y a suprimir nuestros “instintos animales inferiores”. Para mucha gente, la parte del cuerpo que queda por debajo del cinturón sigue siendo “sucia”, innombrable, fuente de impulsos pecaminosos.

Dan-Tien.
Tu centro secreto de energía.
Christopher Markert.
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